Ética Amatoria del deseo Liberterio y las afectaciones libres y alegres

Ética Amatoria del deseo Liberterio y las afectaciones libres y alegres
Luddismo Sexual

lunes, 25 de marzo de 2013

Nosotr(A)s decimos Anarquía. Si no podemos ser violentas, no es nuestra revolución

Nosotr(A)s decimos Anarquía. Si no podemos ser violentas, no es nuestra revolución

    Nosotr(A)s decimos Anarquía. Si no podemos ser violentas, no es nuestra revolución
Manada de Lobxs en constante devenir

A nosotras nadie nos traducirá, y si por caso alguna chica de la clase media tiene a bien reproducir este texto en otra lengua esperamos que NO deje aquí estampada su firma para lograr 5 minutos más de fama activista.
A nosotras no se nos divulgará como en las redes sociales porque no sabemos qué dicen nuestras madres acerca de tener o no maridos, acerca de tener o no ideología porque los hemos matado hace tiempo atrás o simplemente no les estamos hablando por lo que nos resta de vida.
A nosotras no se nos leerá tanto porque podemos inscribirnos en otras categorías que no sean las dictomías contractualistas de siempre que creen que hay que seguir pensándose contra las izquierdas, y eso siempre inquieta a quienes aprendieron a leer con los derechos de marca registrada.
Sin nombres, sin famas, sin prestigios, sin pasaportes, sin familias, experimentamos el sabor de la molotov, de la nafta, el humo de la goma quemada cortando el puente como quien experimenta una guaiaba, un maracuya o un mango. No queremos convidar a Marx más que a su destrucción total y radical de la faz del plantea. No queremos invitar a ningún filósofo que no ponga el cuerpo en la trinchera.
Sin indentidad, sin novias, sin ser las queridas de ninguna troupe de artistontas hemos clonado a los gilles y a los felix, a los baruch y a los michel, a las beto y a las monique, hemos hecho con sus pensamientos de álcoba cómoda de piso en Europa granadas de mano que destruyen los géneros y hagan proliferar las amazonas. De nuestros cuerpos cyborg, de nuestras plataformas de tecno-vivas conectadas, con nuestros deseos inclasificables y nuestras nuevas y extrañas formas de placer creamos un mundo con los animales, con lxs índigenas alzadxs contra los Estados de las repúblicas bananeras y contra todo el séquito de niñitos bien que difunden pensamiento europeo-blanco o apoya gobiernos progresivo-progresistas en las regiones ocupadas de sudakalandia.
Asumanlo, les hemos robado, les hemos expropiado, le shemos quitado su propiedad privada sobre bienes intengiles, y ahora no las citaremos en nuestros nuevos agenciamientos donde ustedes no están invitadas porque forman parte del problema, de lo que hay que destruir con sus copyright, y sus museos, y su cuir, y su arte, y su cohorte de pasadas en pastillas transnochadas que ya ni pueden decir la diferencia entre policía de tránsito y un moso de escuadra.
Código abierto del cuerpo y no de la boca para afuera, chatas, hartas, aburridas de la impunidad acomodaticia con la que escriben y con las que las leen, hemos mutando lo mejor del pensamiento feminista radical y el post-estructuralismo 2.0 en una máquina de guerra que las ensordezca con nuestra risa irreverente, una carcajada porque ustedes son ridículas formitas de controlcito dictando la elegancia revolucionaria que viene este verano europeo.
Sentimos vergüenza y gracia de la demagogia sin brillo ni filo y los slogan publicitarios de las comisarias del arte de España que escriben "ciudadania", "amor", "paz", "total" como quien dice “voy a modificar radicalmente las subjetividades que en mi anidan”. Son los animales, las selvas, son las comunidades indígenas, las trabajadoras sexuales, las travesti, lxs que viven en las calles, lxs migrantes ilegales quienes no nos dejan decir “nosotras” sin hacernos cargos de nuestros privilegios de todas esas categorías caducas, esas ficciones aberrantes que aún operan en el campo de batalla.
Raudamente nos alejamos del amor y del afecto total porque no habrá paz hasta que se agote esta guerra.
Contra la ciudadana que vive en mi, contra el estado que parasita en mi, contra el trabajo al cual se obliga a mi cuerpo dentro del heterocapitalismo, contra el hippismo postporno de las artistas con miedo del conflicto anti-social, contra las totalizaciones, oponemos la alegría de la anarquía, es decir la amistad-animalidad...ya. Au-au

viernes, 7 de septiembre de 2012

El libro!


http://www.scribd.com/doc/104422336/Etica-amatoria-del-deseo-libertario-y-las-afectaciones-libres-y-alegres



LUDDITAS SEXXXUALES
Ética amatoria del deseo libertario
y las afectaciones libres y alegres — 1a ed. milena caserola, COLECCION (IM)PENSADOS, 2012.
114 pág. 14,5 x 20,5 cm.

1. Ensayo filosófico-político
ISBN 978-987-1583-75-4

Contacto:
http://luddismosexxxual.blogspot.com/
http://luddismosexxxual.tumblr.com/
http://destructorasdemaquinas.wordpress.com/
destructorasdemaquinas@hecsa.com.ar

Milena Caserola y Ludditas Sexxxuales alientan vivamente la circulación de este texto a como dé lugar y en cualquier formato.

Todos los izquierdos están reservados, sino remítanse a la lista de libros censurados en las distintas dictaduras y democracias. Por lo que privar a alguien de quemar un libro a la luz de una fotocopia­do­ra, es promover la desaparición de lectores.

Edición: Matías Reck / Leo Vidal

http://es.scribd.com/doc/104422336/Etica-amatoria-del-deseo-libertario-y-las-afectaciones-libres-y-alegres

domingo, 22 de abril de 2012

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sacrificio a Cibeles de Beatriz Preciado y Virginie Despentes para revivir a Monique Wittig

Madre de los dioses inmortales, poderosa Cibeles, prepara rápido carro de rápida monta, tirado por leones-toro matadores.


Oh diosa que enarbola dildo, Cibeles, la de los muchos nombres, devora estos cuerpos de Beatriz Preciado y Virginie Despentes y traenos a Monique al trono central del cosmos.


Cibeles Domadora de profanadores y profanadoras, Dadora de Vida, Amante frenética, toma de estas impías tu placer, conviértelas en leones, Oh Diosa, y devuelve a la vida a la ingobernable Monique.

Poderosa Monique Wittig, indominable Wittig, termina con la heteronorma y su régimen disciplinario.


Oh, santa lésbica Wittig, muéstranos tu bestial squirting y extiende sin piedad tu furia sobre quienes profanan la radicalidad sexual.


Descarga tu odio y sangre sobre quienes osaron llamar al orden a la desobediencia, sobre quienes normalizaron la insubordinada rebeldía de tus sentencias, oh sanguinaria y fuerte Wittig.


Porta poderoso dildo y cúranos de la heterosexualidad, oh despiadada dominatrix. Seremos tus amantes. Salve oh Eris... es mejor morir a tiempo.

jueves, 25 de agosto de 2011

Pequeñas intuiciones para una ecología libertaria de las afectaciones



Pequeñas intuiciones para una ecología libertaria de las afectaciones


Decirle que si al sexo no es decirle que no al poder

Michel Foucault



I


Como ludditas sexuales que se precien creemos que los juegos de placer y deseo y la capacidad de afectación son fuerzas fundamentales, actividades con el potencial de fortalecer los vínculos, mejorar nuestras vidas, abrir la consciencia del espíritu, incluso cambiar el mundo.

Creemos que cada juego de contra- placer/deseo tiene el potencial puede ser una fuerza positiva y creativa en nuestras vidas y nuestros ecosistemas. Una afirmación.

Tenemos mucha voluntad de poder (capacidad de afectación) y queremos compartirla, porque nos da alegría compartir el cuerpo, hace que el mundo sea un lugar más excitante.


II

Somos aventureras y nos preguntamos ¿Acaso tener menos sexo y con menos cuerpos es más virtuoso que tener mucho con muchas? Nuestra ética no se mide por el número de personas con las que hemos cogido, sino por el cuidado con la que las hemos tratado y nos hemos dejado tratar. Nos juzgamos a nosotras mismas por nuestros intentos (muchos fallidos) de vivir hoy de una manera más ética, menos esencial, y más libre. Vivir hoy como nos gustaría fuera el mañana.


III

La economía que mueve al mundo nos hace creer que no hay suficiente para todas. Nos hace creer que si algo es muy bueno –como el sexo con alguien- debo conservarlo solo para mí porque luego no habrá más. Que si comparto lo que tengo, me resto algo en mi economía individual.

Nosotras sabemos poco de economía, pero tenemos intuiciones. Suponemos que más juegos de placer pueden brindar más deseo, suponemos que más juegos de placer pueden brindar más conexiones, más cobertura emocional, más amistades. “Puede” viene a significar “tiene el potencial de”. Hay que ponerlo en acto.

Nosotras las ludditas sexuales creemos en una economía que sea holística y ecológica, una ecología sexual colectivista, del compartir los cuerpos y los sentidos, como deseo positivo y opuesto a esta economía imperante de la hambruna de la monogamia y del miedo.

Nuestra economía se mueve por afinidades…El mundo y la vida en él tiene el potencial para que podamos construir múltiples compañías, compañeras, y acompañantes. Un bosque de fluidos palpitantes porque tenemos como post-humanas la capacidad para que haya suficiente sexo, afinidad, apoyo mutuo, contención y nutrientes alrededor de nuestro suelo fértil que devengan relaciones afectivas relevantes.

Las relaciones afectivas y las sexuales no son balances de contabilidad: no hay debe, no hay haber, no se pasan bienes de una columna a la otra. Es solo recordar lo que sí obtenemos en la ecología de la botánica afectiva que entablamos con esos cuerpos con quienes nos estrechamos. Recordemos lo conmovedor del encuentro afectivo entre quienes existimos y tratemos de afectarnos alegremente con alguien más. Alegre no es desafectadamente, o sin conflictos. Sin confictos, solo la muerte.


IV

Vivimos en una civilización que aún hoy considera aceptable un crimen por pasión (es decir asesinar a alguien por celos, especialmente cuerpos biopoliticamente asignados como mujeres), que acepta como causal de divorcio que alguien haya obtenido placer sexual fuera de un vínculo de pareja con una moral propiamente de la Inquisición. Castigamos con duras penas a quien se le haya ocurrido delinquir despertando la más mínima inseguridad o celos dentro nuestro. Abandonamos hogares, rompemos fotos, tiramos alianzas. Y esto no es algo que le pasa al pequeño-burgués solamente.

Por otra parte, por AmoR prometemos mentiras, mentimos situaciones, tergiversamos hechos, vivimos en el engaño, falseamos datos. Por AmoR y por miedo a la soledad, y al abandono y al castigo vivimos presas. El AmoR es un Amo.



V

Pero la monogamia no es la cura ni para los celos ni para la inseguridad. ¿Quién no sintió celos de que alguien amado juegue mucho en la computadora, vea una película a solas, o hable mucho por teléfono?

La territorialidad sexual es otra norma social a la cual le oponemos la alegría del compartir y regalarnos, puro potlatch. Pero un potlatch no en pos de la destrucción de la otra parte. Sino en post de la destrucción del viejo mundo para construir nuevas formas de vida, nuevas educaciones sentimentales. De-construirnos.

Nuestros celos se combaten con la misma ferocidad que combatimos al Estado y todos sus aparatos represivos como el género, la familia, la escuela, las instituciones psiquiátricas, la heternormatividad, la pareja, la monogamia, las cárceles, y la policía.


VI

Las razones para tener sexo con muchas personas, hasta incluso tratar de llevar adelante muchas relaciones afectivas simultáneas son varias:

  • Hay distintos tonos y matices de intimidad.

  • Hay prácticas de placer que placen a algunos pero no a otros cuerpos.

  • Hay necesidades físicas que no todos los cuerpos pueden o desean llevar adelante.

  • Hay deseos sin intentos amatorios o amorosos constantes.

  • Hay deseos con diferentes géneros que no pueden ser subsumidos a la especificidad de un solo cuerpo.

  • Hay deseos en grupos.

  • Et cetera.


Por eso, ¿no es acaso no solo imposible sino también cruel demandarle a un cuerpo que cumpla entonces con todo esto? Frente a esos múltiples placeres creemos en a encontrar múltiples partenaires con quien entablar vínculos éticos libertarios. Otro mundo es posible hic et nunc.


VII

Reclamamos también nuestro deseo a ser solas y volver a ser amicae, amigas para la afectación, amigas para el cariño, amigas para los placeres, y para la conexión íntima y profunda del cuerpo. Y tener el potencial de ser muchas otras cosas, compañeras de lucha, de camino, de andanzas, de aventuras, de carrete…

Ser sola no es ser soltera, ni una condición temporal entre parejas, no es un período de sanación frente a una ruptura traumática.

Ser sola es una manera de vivir, una forma de vida, una construcción sexo-afectiva para no tratar de encajar mejor en la vida de nadie. Significa aprender a vivir con una misma, y disfrutarlo. Significa nuevas formas de vida comunales y en manada.

Nuestra relación y nuestra amistad con nosotras mismas es para toda la vida, hasta que decidamos que nuestro tiempo llegó o hasta que ese tiempo llegué efectivamente. Ser sola y afectarse no es excluyente, sino la oportunidad de construirnos íntimamente y de trabajar por nuestro propio cambio.

Vivimos en una civilización que segrega, margina y señala a quien elige la aventura de la soledad, de la asociación libre por afinidad, de la espontaneidad, de la camaradería amorosa. Creemos que si ser sola no fuera un estigma, la pareja no se desarrollaría como la “opción ideal”, infinitamente sobrevalorada, tabla de salvación frente a la angustia, al descontento, y las neurosis del este mundo.

Ser sola podría permitir, aunque parezca paradójico, el desarrollo de ecologías impensables hoy, inclasificables, múltiples formas de cariño, cuidados, y vinculaciones que hoy no podemos ni imaginar…

Ser solas es devenir lobos, es moverse en manada, ser cazadoras, jauría, disfrutar de la noche y de la mañana, es poder desear y afectarse incluso con quienes son distintas a nosotras, con la libertad de poder disfrutarlas, evitando el gran mito de la completitud.

Ser sola es poder generar usos de placeres reflexivos, excitantes y éticos con las amistades sin que se vuelvan vínculos posesivos donde se promete y se promete y se promete para no perder al ser amado. Y se esconde, y se miente, y no se dice, y no se confronta y no hay conflicto, tal como enseña el capitalismo. Ser sola significa vivir, fundamentalmente vivir, en el abismo del riesgo, al límite, sin caer. Es enriquecernos con conocimientos ajenos. Es una línea de fuga vitalista.


VIII

Las solas debemos recordar, y debemos recordarle a quienes nos dan su cariño o disfrutan de los placeres con nosotras que:

Deseamos ser escuchadas y atendidas y respetadas y asistidas en nuestros sentimientos. No somos ciudadanas de segunda del afecto frente a “los grandes amores”. Los grandes amores deben ser derrocados.

Deseamos poder pedir lo que necesitamos aunque la persona a la quien le pidamos no pueda (que no es lo mismo que no quiera) dárnoslo.

Deseamos ser honradas en nuestros acuerdos y nuestros planes.

Deseamos que se nos cuide si estamos enfermas o sino podemos hacerlo solas, que se nos quiera, que se nos atienda si tenemos una emergencia, como las amigas se atienden las unas a las otras.

Deseamos ser incluidas y tenidas en cuenta en cualquier ecología donde nuestras amantes se encuentren. No somos un secretito sucio.

Deseamos no ser consideradas un problema.

Deseamos ser apreciadas y ser amigablemente bienvenidas.

Deseamos no ser consideradas invulnerables u omnipotentes.

Deseamos ser iguales en nuestra ecología y en nuestro bienestar emocional a los demás cuerpos.

Deseamos la abolición de la pareja en post de la construcción colectiva de afinidad y afectación.

Y la verdad es que todas todos todos los cuerpos con las que decidimos involucrarnos sexual y afectivamente nos merecemos esto.


IX

Deseamos que nuestras amantes tomen juntas el desayuno, que sean amigas, que se conviertan en amantes. Ese es nuestro ideal y como todo ideal, creemos que es materialmente realizable aquí y ahora.

Nuestras amantes tienen mucho en común, ¿por qué no pueden compartirse, y compartirlo? Ser amantes mutuas fortalece las posibilidades de crecer y desarrollarnos en manadas. De abandonar el binomio macho/hembra, la parejita, la monogamia que constriñe los sueños y los deseos, y animarse a la aventura de a muchas. Las redes afectivas se expanden y en algo recuerdan a nuevas formas tribales de afectación y apoyo mutuo.

Si nos tratamos entre amantes como amigas, y permitimos que nuestros afectos y nuestras amantes, nuestras afines y nuestros apoyos en la vida tomen la forma que la espontaneidad les dicte en vez de aquellas normas sociales que forzamos en ellas, nuestros vínculos se acrecentarán. Seremos más prosperas afectivamente. Y menos temerosas de la soledad.

No debería resultarnos raro que entre afines nos gusten los mismos cuerpos o por lo menos no nos resulten amenazantes, o espeluznantes. Si acaso este fuera el caso, y la amante de mi amante me resultara un ser insoportable por razones de peso es momento de replantearse esa afinidad. Y variar.


X

La recompensa por la abolición de celos, envidias e inseguridades contra nuestras amigas-amantes y sus amigas-amantes será nuestra propia libertad sexual. Libertad sexual que encontrará su propia gimnasia y agilidad con quienes deseemos correr mucho tiempo juntas. Esos cuerpos a los que deseamos hoy tan cerca nuestro como el primer día, con ésas estableceremos redefiniciones, resignificaciones y resemantizaciones mutantes a lo largo de nuestro tiempo de vida (Aetatis brevis tempus satis longum ad bene vivendum est).

No nacemos grandes amantes libertarias, nos convertimos, devenimos. Y desaprender los celos, y las inseguridades resulta, como todo entrenamiento, una tarea dura que demanda disciplina, como toda gimnástica, una tecnología del Yo.


XI

Ni los celos ni las inseguridades son crímenes, o secretos a esconder como ropa sucia. No hay por que negar que los tenemos del mismo modo que no hay por que negar que se nos ha biopoliticamente asignado a un sexo/género. Pero todo –menos la muerte- se puede des-hacer. La experiencia del dolor romántico que deviene libertad sexual y afinidad afectiva no es del orden moral: nadie puede acusarnos de “esto está bien” o “esto está mal”. Más aun, aquella que sienta dolor (devenir/modificarse/mutar duele) que se trate indulgentemente. Las varas y los azotes son para las prácticas consensuadas de los juegos sexuales llamados S/M, no para la gimnasia del devenir amantes libertarias.



XII

Sin embargo, quien tenga el compromiso de modificarse en cuanto a lo sentimental debe mirar de frente a los dioses, osar. ¿Qué imagen es la que nos asusta más? Poder verla en toda su dimensión para alejar al fantasma. ¿Tiene un nombre? ¿Se llama soledad? ¿Belleza? ¿Juventud?

Poder invocar la imagen que concita el odio pasional, traerla y amigarse con ella –hasta, quién sabe, podríamos masturbarnos pensando en esa imagen- es nuestro deseo.




XIII

Aprendamos a disculpar, no cristianamente, sino libertariamente, nuestros desaciertos para volver a empezar. Al fin de cuentas somos solo principiantes en el mar de los sargazos.

Quizás la única manera de poder construir nuestra propia homeostasis sea cruzar los límites, desestabilizarnos. Con pequeños pasos, el dolor de la mutación puede ser mínimo: ninguna bailarina elonga en frío, ninguna elonga lo mismo al comienzo de una práctica que al estar ya más avezada en su ejercicio.

No estamos diciendo reformismo, sino cuidados mutuos, afectividades, y afinidades. La aspiración no es la reforma, no es poder alcanzar “yo no pregunto, vos no me contás”, sino poder llegar a la colectivización de nuestro propio cuerpo. Al comunismo del placer y del deseo. Nuevas formas de vida. Pero solo se puede compartir lo que se tiene para compartir, lo que se desea compartir.


XIV

Un ejercicio: dejar de pensar psiconaliticamente: lo que no está, lo que me falta, lo que se fue a otra parte. Oponerle a ese pesimismo un deseo activo, un optimismo de la voluntad: lo que si está, lo que si viene, la energía que me envuelve. Las afirmaciones. El vitalismo.


XV

Es esforzado. Lo sabemos. Pero la monogamia lo es más y brinda mucho menos. Nuestra aspiración: emanciparse del concepto propietario sobre otros cuerpos, y eso incluye no solo animales y ecosistemas, sino la biología de los vínculos de placer y por afinidad. Devenir capaces de enfrentar nuestros temores, y desaprender lo aprendido, capaces de administrar nuestras emociones en una ecología vital de disfrute y proliferación. Difundamos el mensaje, y repitámonoslo cuando el pánico nos quiera capturar: Devenimos capaces, devenimos potentes. Podemos re-programar nuestros deseos para atentar contra el estado de las cosas contra las cosas del Estado.


XVI

El afecto es algo que también experimentamos en situaciones donde no hay otro ser humano. ¿Quién no sintió que se le cortaba el aire y tenía palpitaciones frente a la belleza del mar despejado de turistas en una playa desierta? ¿O en la cima de una montaña desde donde vemos un bosque y a la cual nos ha costado ascender? ¿O frente a un plato de comida que nosotras mismas cocinamos y nos salió bien? ¿Frente a palabras escritas y que juzgamos acertadas en un poema, una carta o un ensayo? ¿O ante la insurrección popular? ¿Acaso no sentimos grandes pasiones ante gestos de cariño de extrañas y extraños? Alguien que nos indica y nos ayuda a llegar a un sitio en una ciudad que no conocemos. Alguien que nos hace compañía compartiendo su libro en un viaje. Alguien que parte su comida o comparte lo que tiene. Y en estos momentos de profunda intimidad y afectación no existe desesperación, ni deseo basado en la ausencia, ni compañía que sea un remedio contra la soledad. Porque ni la soledad y el miedo que concita son buenas compañías a la hora de elegir acompañantes.




XVII

¿Y si fallamos? Fallamos. Nada pasa. Volveremos a intentar. Nuestras derrotas no nos demuestran equivocadas. Y el dolor por el fracaso amatorio duele, y cala hondo, su herida no cicatriza pronto. Pero cicatriza, y del dolor de un desenlace afectivo que no deseábamos puede resurgir una nueva amistad. Toda herida se cierra, toda cicatriz es poderosa. No se puede perder lo que no se desea.











Ética Amatoria del Deseo Libertario y las Afectaciones Libres y Alegres


Ética Amatoria del Deseo Libertario y las Afectaciones Libres y Alegres


Una Ética porque se opone a la moral. Ética es, siguiendo a Spinoza y a Deleuze, la disciplina de lo bueno para mi cuerpo, es decir aquello que estimula e incrementa mis pasiones alegres y mis potencias, aquello que compone mis relacion en más cuerpos y en más afinidades y alegrías.

Amatoria porque es menester deconstruir al Amo(R), al amo, al despota, AmoR y al AmoR Romántico, almibarado, y al enamoramiento. Amor, un slogan sin sentido, un significante vacío de las tarjetas de Hallmark, un peluche barato y feo un 14 de Febrero. Sin embargo, una ética amatoria está hablando del sexo, y de la construcción del uso de los placeres que se desprenden a partir de nuestros sentimientos más profundos de cariño.

Deseo, la estrella que nos guía y nos impulsa hacia adelante en el mar de los sargazos, la que sigue toda pirata cuando se lanza a la mar. Navegar, una tarea que no puede hacerse sola. Máquina deseante y fuerza creadora de nuevos deseos hoy insondables e impensados que emergeran en el medio del óceano a partir de un nuevo uso de los placeres. Una ética amatoria del deseo habla de construir nuevos placeres para que nuevos deseos surjan.

Libertario porque seguimos creemos en la anarquía pese a los anarquistas. Porque algunas de sus tradiciones siguen estimulando nuestra entrepierna: Emile Armand, Emma Goldman, Bakunin... Una ética amatoria del deseo libertario aboga por la abolición de la propiedad privada sobre aquello que más deseamos y queremos, como ser nuestras compañeras sexo-afectivas, para nuevas y más compañeras aparezcan a nuestro encuentro. Un mundo nuevo habita en nuestros corazones como posibilidades.

Afectaciones libres y alegres, alegres y libres. Un nuevo lenguaje que de cuenta de lo que nuestros cuerpos sienten. Cuerpos no individuales, cuerpos no individuos, ni personas ni siquiera gente. Cuerpos como máquinas, como tecnovivas conectadas. Afectaciones que no padezcan, aunque el dolor está presente como en toda elongación y en todo estiramiento, como parte del vivir, y al servicio del placer (BDSM). Alegría que rima con anarquía y cuya A es de amistad (una amistad inclusiva, claro está).


Advertencias: Una ética amatoria del deseo libertario es un medio para adquirir una posición en la guerra en curso, guerra contra la heteronorma, contra la propiedad privada, contra el cualquierismo que entiende la libertad como “todos hacemos lo que se nos canta el culo y el resto nos aguanta”, contra el capitalismo, contra la tirania del Yo el inviduo y demás coartadas de la biopolítica y los pornopoderes. Una ética amatoria del deseo libertario es una manera de armar la manada, de encontrar la soledad sin quedarse sola. Una ética amatoria del deseo libertario es un llamamiento, está destinado a quienes pueden oirlo. Au-Au.